viernes, 8 de marzo de 2013

Capítulo 1, Aventura Animal




¡¡¡Soy CHISPA!!!

A ver...umm. ¿Cómo empiezo? Ahh sí, ya sé…
Érase una vez... No, no, no.
Así empiezan muchas historias;
bueno mejor así... A ver cómo suena...

Había una vez... No, no, no, eso suena muy repetido...
Ahora sí, ¡¡ya lo tengo!!

En algún lugar del Universo… Uff, eso sí suena superbien,
aquí comienza mi historia, y ahora tú formarás
parte de mi mundo, donde los sueños se hacen realidad…

Me llamo Chispa, supongo que me pusieron ese
nombre por lo inquieta, mi madre dice que cuando estaba
en su barriga bailaba hip hop...
                      ¡Imagínate cómo soy!

No me canso nunca, es lógico porque tengo 8
años, me encanta descubrir cosas, me fascina la fantasía
y soy muy soñadora, pero tengo que tener cuidado
con lo que sueño… Luego te diré por qué…

Mi vida fue siempre muy normal: jugar, jugar y por
supuesto jugar, ahh e ir al cole, claro; y todo lo normal
de una niña de mi edad, hasta que un día visité una
granja con mi familia, ese día la magia entró en mi
vida, y no permitiré nunca que se vaya…

Tengo el cabello muy largo, del color de las avellanas.
A mi madre le gusta mucho peinarme, hacerme chichos
y lazos, a veces parezco un árbol de Navidad.
A mí la verdad es que me fastidia, creo que mi madre
no tuvo muñecas de pequeña y se está desquitando
conmigo.
Para su cumple le voy a pedir a papá que le compre una,
así no me peinará tanto.

Los animales me fascinan, en especial, los caballos
y los perros; por cierto, tengo uno guapísimo llamado
Roky, es un Bichón Maltés blanco y muy peludo…
Me refiero al perro porque, aunque quiero un
caballo, pues la verdad, en mi casa no me dejan tenerlo.

Las flores me chiflan todas toditas, aunque en primavera,
que es la época del año cuando florecen, mis
estornudos no paran, ya que tengo alergia al polen y
tú te preguntarás: ¿Qué es el polen? Pues bien, el
polen es un polvito que sueltan las flores,
y que por su culpa estoy todo el día
¡achishh, achish, achishhhh!
Aun así la naturaleza es mi pasión, y no le tengo miedo
a nada, bueno... solo a las… abejas,
esos bichos son malísimos.

Un día jugando en el parque me encontré una mariquita,
bueno, eso creía yo, porque jugando y jugando la mariquita
se enfadó conmigo y me picó.

Me clavó una aguja, como cuando vas al doctor y te ponen 
las vacunas, eso me dolió muchísimo.
Mi madre me dijo que era una abeja; yo era tan pequeña
que confundí los puntos rojos con las rayas amarillas,
uff cómo lloré. 
A partir de ahí tengo mucho cuidado con esos insectos...

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